El presidente de Rusia, Vladímir Putin, lanzó nuevas exigencias en el marco de la guerra con Ucrania, estableciendo condiciones que considera esenciales para alcanzar un acuerdo.
Entre los puntos clave planteados por el Kremlin se encuentran:
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La cesión del Donbás a Rusia.
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La garantía de que Ucrania no se una a la OTAN.
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El compromiso de no recibir tropas occidentales en su territorio.
Putin argumenta que estas medidas son necesarias para garantizar la seguridad de Rusia y la estabilidad regional, mientras que Kiev y sus aliados occidentales interpretan estas demandas como una forma de presión para legitimar la ocupación de territorios y limitar la soberanía ucraniana.
El pedido se da en medio de una escalada diplomática y militar, en la que Estados Unidos y la Unión Europea han reiterado su apoyo político y militar a Ucrania, al tiempo que rechazan las pretensiones rusas de condicionar la política exterior del país invadido.
Este nuevo escenario reaviva el debate sobre el futuro del conflicto y la posibilidad de alcanzar una salida negociada que respete la integridad territorial de Ucrania y frene la expansión de la guerra en Europa del Este.