El precio del oro marcó un nuevo máximo histórico el 2 de septiembre de 2025, alcanzando los 3,578.40 dólares por onza, superando el récord previo de abril de 3,509.90 dólares, según datos de Bloomberg. Este ascenso, impulsado por las políticas arancelarias de Donald Trump y los cuestionamientos a la Reserva Federal, refleja la búsqueda de los inversores por activos refugio ante la incertidumbre económica global. La debilidad del dólar, que perdió un 11% en 2025, junto con la volatilidad en los mercados bursátiles, como la caída del 1.1% en el DAX alemán y pérdidas en los futuros de Wall Street, ha reforzado la demanda de oro. Analistas señalan que las tensiones comerciales, especialmente tras el fallo de un tribunal estadounidense contra los aranceles de Trump, han avivado el temor a una recesión, elevando el atractivo del metal precioso. Aunque el oro retrocedió ligeramente a 3,549.10 dólares, su revalorización del 33% en 2024 y más del 7% en 2025 destaca su rol como reserva de valor en tiempos de crisis. Mientras tanto, los bancos centrales, como el de China, y los inversores institucionales continúan acumulando oro, lo que podría sostener su tendencia alcista en los próximos meses.
