En la Franja de Gaza, la magnitud de la devastación supera todos los registros contemporáneos: más de 10.000 cadáveres permanecen sepultados bajo los 61 millones de toneladas de escombros que dejó la ofensiva militar israelí, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina Humanitaria de la ONU (OCHA).
Las ruinas abarcan barrios enteros convertidos en desiertos grises. Familias enteras continúan desaparecidas, mientras los equipos de rescate, sin maquinaria ni combustible, intentan remover restos a mano o con herramientas improvisadas. Las autoridades locales califican la situación como una “tragedia imposible de dimensionar”.
El director del PNUD, Achim Steiner, alertó que “no se trata solo de una crisis humanitaria, sino de un desastre ambiental, sanitario y social de proporciones inéditas”. La destrucción equivale a 20 veces el volumen de escombros generado en la guerra de Ucrania durante su primer año.
Los pocos hospitales que siguen en pie no dan abasto ante la descomposición de cuerpos y la propagación de enfermedades. Médicos en Rafah y Jan Yunis denuncian el aumento de infecciones respiratorias y contaminación del agua por filtraciones en los pozos.
A pesar de los llamados de las agencias internacionales, la reconstrucción y la recuperación de cuerpos avanzan lentamente debido al bloqueo, la falta de seguridad y el riesgo constante de nuevos ataques.
💬 Frase destacada para redes o cintillo de video:
“Gaza se ha convertido en una fosa a cielo abierto. Cada bloque de cemento puede esconder una familia entera.”
— Achim Steiner, Director del PNUD
📊 Datos clave:
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Más de 10.000 cuerpos aún bajo los escombros
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61 millones de toneladas de ruinas acumuladas
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1,8 millones de desplazados internos
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90 % de la población sin acceso a agua potable
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Brotes de enfermedades y riesgo sanitario extremo
🧭 Contexto:
La guerra entre Israel y Hamás, iniciada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, dejó un saldo de más de 40.000 muertos según fuentes locales. La destrucción de viviendas, hospitales y escuelas ha sumido al enclave en una de las mayores emergencias humanitarias de este siglo.
A más de un año del inicio del conflicto, los esfuerzos internacionales para garantizar un alto el fuego permanente y permitir el ingreso de ayuda siguen estancados. La ONU y varias organizaciones piden un acceso humanitario total y sin restricciones para recuperar cuerpos, atender heridos y comenzar la reconstrucción.


