El río Tireo, ubicado en Constanza, provincia La Vega, enfrenta una crisis ambiental que amenaza su existencia. A pesar de su belleza natural y su importancia para la agricultura en la región, la acción humana ha puesto en peligro su caudal y ecosistema.
Debido a esto, los comunitarios denunciaron un ecocidio en curso. La deforestación masiva para la expansión de terrenos agrícolas ha provocado la pérdida de la capa vegetal, disminuyendo la producción de lluvias y acelerando el proceso de desertificación.
A esto se suma la extracción indiscriminada de agua subterránea mediante bombas sumergibles, afectando los pequeños afluentes que nutren al río.
“Las aguas del Tireo están llenas de sedimentos, escombros y desechos sólidos, su caudal ha disminuido drásticamente”, alerta Larimar Suriel, activista social.
A pesar de las advertencias de los ambientalistas, algunos sectores agrícolas defienden sus prácticas y aseguran que no afectan significativamente el medio ambiente. Sin embargo, el debate está servido: ¿se puede mantener la producción agrícola sin comprometer los recursos naturales?
El párroco de Tireo, Cristóbal Belén, aboga por el uso racional de los recursos, mientras que autoridades locales, como el alcalde Paul Amín Peña, insisten en la necesidad de reforestar la cuenca del río y fomentar una agricultura sostenible.
El río Tireo recorre aproximadamente 28 kilómetros desde su nacimiento hasta desembocar en la presa de Pinalito, pero su futuro es incierto. Sin acciones concretas, este ecosistema vital para Constanza y la región podría desaparecer.