El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha declarado que el país respeta y acata las decisiones migratorias adoptadas por Estados Unidos, tras la reciente anulación del programa que otorgaba estatus legal a más de 500,000 haitianos en territorio estadounidense. Esta medida podría tener implicaciones directas para la República Dominicana.
Durante un acto de entrega de vehículos a las Fuerzas Armadas y cuerpos especializados de defensa y seguridad nacional, Abinader enfatizó la necesidad de fortalecer la seguridad fronteriza, especialmente debido a la inestabilidad en Haití. El mandatario subrayó que cada nación tiene el derecho soberano de establecer y ejecutar sus políticas migratorias y que la República Dominicana no es la excepción.
En respuesta a críticas de organismos internacionales y grupos humanitarios sobre las deportaciones de haitianos, Abinader afirmó que ninguna entidad externa puede dictar o cuestionar las acciones que el país emprende para salvaguardar su integridad y paz territorial. Desde octubre pasado, el gobierno dominicano ha intensificado las repatriaciones, devolviendo semanalmente a unas 10,000 personas en situación migratoria irregular, en su mayoría haitianos.
Estas acciones reflejan el compromiso de la República Dominicana con el mantenimiento del orden y la seguridad en su territorio, mientras se adapta a las dinámicas migratorias regionales y respeta las decisiones soberanas de otras naciones.