El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la apertura de un centro de detención en la bahía de Guantánamo, Cuba, destinado a albergar hasta 30,000 inmigrantes que se encuentran ilegalmente en el país. Esta decisión se enmarca en una serie de medidas migratorias implementadas al inicio de su segundo mandato.
Trump afirmó que el centro en Guantánamo servirá para detener a «criminales» en situación irregular, duplicando la capacidad actual de retención de inmigrantes ilegales. Destacó que algunos de estos individuos son considerados tan peligrosos que no se confía en sus países de origen para retenerlos, evitando así su posible retorno a Estados Unidos.
El anuncio se realizó antes de la firma de la Ley Laken Riley, la primera legislación aprobada bajo su administración en este segundo mandato. Esta ley bipartidista establece que las personas que se encuentren ilegalmente en Estados Unidos y sean acusadas de robo o crímenes violentos pueden ser detenidas e incluso deportadas antes de ser declaradas culpables.
La prisión de Guantánamo, inaugurada en 2002 durante la presidencia de George W. Bush, ha sido utilizada para detener a sospechosos de terrorismo. Anteriormente, los expresidentes demócratas Barack Obama y Joe Biden intentaron cerrarla sin éxito.
