En República Dominicana, miles de usuarios viven un via crucis diario cuando intentan reclamar por servicios que consideran injustos: facturas de electricidad que no corresponden, cobros bancarios no reconocidos y trámites engorrosos que no llevan a solución. La falta de transparencia, el maltrato al consumidor y la desatención institucional agravan la situación.
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Caso emblemático: Roberson Sepúlveda, residente de Nuevo Domingo Savio, recibió facturas de luz por montos que no pudo generar: debía RD$ 37,000 mientras estuvo preso, sin firmar contrato alguno.
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Magnitud del problema eléctrico: Entre junio 2024 y junio 2025, se registraron 84,059 reclamaciones por distribución eléctrica; el 93 % de ellas estaban relacionadas con facturación alta. Más de la mitad de las quejas cerradas (58 %) fueron declaradas “no procedentes”.
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Otros sectores afectados:
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Bancos: Un alto porcentaje de quejas por cargos o consumos no reconocidos. Instituciones como Qik Banco Digital y Scotiabank presentan bajos porcentajes de resolución favorable.
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Telecomunicaciones: Se incrementan los reclamos por cobros indebidos, servicios activados sin autorización, averías y penalidades ocultas.
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Protección al consumidor: Turismo, bienes duraderos, servicios financieros y productos cotidianos también generan múltiples reclamos ante ProConsumidor.
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Conclusión / Llamado a la acción
Los usuarios dominicanos demandan mecanismos de reclamo más justos, transparencia obligatoria, sanciones reales a empresas que no resuelvan y una mejora institucional para proteger sus derechos. La clave está en responsabilizar a los proveedores de servicios, fortalecer los entes reguladores y educar al consumidor sobre sus derechos.